Evento destaca esfuerzos locales en crisis de personas indígenas desaparecidas, asesinadas
A través de caminatas, un simposio y reuniones comunitarias, activistas de Tucson construyen redes de apoyo y exigen justicia para las personas indígenas desaparecidas y asesinadas.

A medida que la crisis de personas indígenas desaparecidas y asesinadas gana atención nacional, los esfuerzos locales en Tucson están construyendo comunidad, generando conciencia y exigiendo cambios.
El Programa IndigiWellbeing (BienestarIndíge), de el Colegio de Salud Pública Zuckerman de la Universidad de Arizona, organizó una caminata y un simposio a principios de mayo, dando inicio al Missing and Murdered Indigenous Peoples Awareness Month (Mes de Concientización sobre las Personas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas) en mayo.
El programa fue fundado en respuesta a las necesidades de salud mental de estudiantes, personal, facultad y miembros de la comunidad indígenas durante la pandemia.
Desde firmas de libros y clases de ejercicio hasta powwows (reunión cultural nativa americana donde se celebra la música, la danza, la comida y la cultura a través de la participación de miembros de la comunidad), el programa ofrece eventos y oportunidades para compartir conocimientos basados culturalmente en perspectivas nativas e indígenas, fomentando un sentido de conexión como camino hacia la salud y el bienestar.
"Comenzamos esto para crear conciencia sobre las personas indígenas desaparecidas y asesinadas, y evolucionó a ser no solo en una carrera, sino también en un evento de sanación,” dijo la fundadora Felina Cordova-Marks, profesora adjunta del Departamento de Ciencias de la Promoción de la Salud.
El Missing and Murdered Indigenous Peoples Movement (Movimiento de los Pueblos Indígenas Desaparecidos y Asesinados) surgió en Canadá en 2015, donde iniciativas de base como la organización de marchas, la creación de bases de datos de las personas desaparecidas y la celebración de reuniones comunitarias, municipales y tribales presionaron al gobierno canadiense para que lanzara una comisión que investigara los casos en 2017. El gobierno declaró la situación como una crisis nacional.
Según un estudio del Urban Indian Health Institute (Instituto de Salud Indígena Urbana), Arizona ocupa el tercer lugar a nivel nacional en cuanto a número de casos de mujeres y niñas indígenas asesinadas y desaparecidas, y Tucson empató en el tercer lugar entre las ciudades de EE. UU. con más casos.
Actualmente Arizona tiene 95 casos abiertos de personas indígenas desaparecidas.
El sábado 3 de mayo, miembros de la comunidad llegaron temprano a la 5ta Caminata Anual del Día de Concientización sobre Personas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas del Sur de Arizona. Se les entregaron baberos con espacio para escribir el nombre o un mensaje sobre alguien por quien corrían ese día.

Una participante, que pidió permanecer en el anonimato, llevaba escrita las palabras "Para Barbara", en honor a su amiga de la preparatoria de la tribu mohawk de Saint Regis, en la región norte de Nueva York.
Barbara fue víctima de violencia doméstica y finalmente fue asesinada por su pareja.
La mujer dijo que casos de alto perfil, como el de Gabby Petito, resaltan las disparidades en la cobertura mediática y la percepción pública de las personas desaparecidas. Mientras que las mujeres blancas jóvenes suelen recibir atención significativa de los medios, las personas de color desaparecidas no recibenel mismo enfoque, dijo la participante.
Necesitamos "que se preste más atención no solo a los nativos, sino también a otras minorías,” dijo. La muerte de Barbara "ocurrió hace 40 años. Fue un caso de reserva. A nadie le importó.”
La caminata incluyó bendiciones, música y bailes, y una feria de recursos con representantes de varias organizaciones comunitarias que apoyan a personas nativas e indígenas.
"Para nosotros era importante crear conciencia y brindar a las personas un espacio para sanar y unirse en comunidad, (para que) aquellos que se han visto personalmente afectados puedan obtener los servicios de apoyo que necesitan y para que otras personas estén al tanto de la situación,” dijo Cordova-Marks.
First Women Gather Around the Fire (traducido libremente al español como Las Primeras Mujeres Se Reúnen Alrededor Del Fuego) es una organización liderada por mujeres indígenas que se reúne el primer lunes de cada mes en la Iglesia Episcopal de San Andrés para un círculo de fuego.

Denise Miller, miembro fundadora, dijo que los eventos buscan empoderar a las mujeres nativas al "vivir plenamente como fuimos creadas: física, mental, emocional y espiritualmente".
"Estamos aquí para ofrecer apoyo y para orar por nuestros seres queridos desaparecidos y asesinados, para unirnos en la intención de que, al reunirnos alrededor del fuego, recordemos a nuestras hermanas,” dijo Miller. "“Estamos realmente dedicadas a apoyar a las mujeres para que se reúnan en una hermandad para sanar, para conectarse (y) apoyarse.”
Natividad Cano, consejera independiente con licencia en abuso de sustancias del Programa de Formas Nativas de Refugio, habló sobre la importancia de promover las prácticas indígenas.
Haven es una organización sin fines de lucro que ofrece servicios de rehabilitación de adicciones para madres en recuperación. Su Native Ways Program apoya a mujeres nativas e indígenas incorporando la cultura, las tradiciones y las prácticas espirituales en los servicios de recuperación.
"La cultura sana,” dijo Cano. "Tenemos que ayudarnos mutuamente en comunidad. Hay mucha sabiduría en la cultura. (El programa) enseña formas de sanación, ceremonias, tambores, narración de historias y círculos de diálogo. Regresamos a esas tradiciones desde tiempos inmemoriales hasta el presente.”
El lunes 5 de mayo, IndigiWellbeing organizó su 4to Annual National Missing and Murdered Indigenous Peoples Day of Awareness Symposium (Simposio Anual del Día Nacional de Concientización sobre los Personas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas), reuniendo a expertos y miembros de la comunidad del sur de Arizona y otros lugares.
El evento comenzó con un panel de embajadoras de Miss Native American UA Ambassadors (Embajadoras de Miss Nativas Americanas de la UA). La primera asistente, Masie Ortega, le contó a los asistentes cómo el toka, un juego tradicional o'odham jugado por mujeres, se convirtió en un símbolo de fuerza y despertar comunitario.

Ella dijo que una voz colectiva, el conocimiento y las tradiciones pueden inspirar la defensa comunitaria.
“Como pueblos indígenas, a menudo nos ignoran, así que debemos comprender que nadie luchará por nosotros, solo nosotros, porque somos los únicos que comprendemos nuestro dolor. Necesitamos entender que todos tenemos conocimiento propio,” dijo Ortega. “Todos tenemos personas desaparecidas, y solo nuestra voz puede usarse para luchar por nuestros derechos. Todos somos guerreros, porque como personas hemos perdido, como pueblo hemos llorado, y como pueblo, sanaremos.”
Daelyn Nez, embajadora de Miss Native American 2025-2026 de la UA, dijo que la narración puede ser una herramienta para la sanación y la defensa, compartiendo su propia experiencia con la violencia doméstica.
“Cuento mi historia, no solo porque importa, sino porque es mi verdad,” dijo Nez. “Cuento mi historia para quienes tienen miedo de hablar, para las familias que siguen buscando y están impactadas por esta crisis, y para quienes no sobrevivieron y para quienes aún pueden. Hay un verdadero poder en contar historias.”
La fiscal de Pima County, Laura Conover, habló sobre los esfuerzos del condado para mejorar el acceso a la justicia para las comunidades indígenas a través de su Missing and Murdered Indigenous Women and Girls Task Force (Grupo de Trabajo sobre Mujeres y Niñas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas).
“Tenemos que ser honestos sobre cuán grave es el problema y cuánta poca atención se le ha prestado, al menos fuera de la tribu y de la reserva,” dijo Conover. “Ya era hora de que deberíamos haber estado usando esos acuerdos para hablar de la absolutamente inaceptable epidemia de mujeres, niños y personas indígenas desaparecidas y asesinadas.”
La periodista diné de Arizona Luminaria, Chelsea Curtis, creó y mantiene una base de datos de personas indígenas desaparecidas y asesinadas en Arizona, al mismo tiempo que se destacan las historias de aquellos directamente afectados por las desapariciones.
Curtis dijo que la narrativa empática y la sensibilidad en el manejo de la información han ayudado a generar confianza en comunidades que históricamente han sido ignoradas por los medios.
“El objetivo no era solo tener estadísticas, sino humanizarlas escribiendo historias convincentes y detalladas sobre algunas de sus familias que están en el corazón de este problema,” dijo Curtis. “Queríamos asegurarnos de que las historias se contaran con empatía, precisión y la sensibilidad que merecen.”
Topacio “Topaz” Servellon es une periodiste independiente de Tucson. Contáctale en topacioserve@gmail.com.
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