Calor en aumento, voces alzadas durante semana de protestas en Tucson
Miles de residentes de Tucson desafiaron temperaturas de tres dígitos para unirse a una serie de protestas contra las políticas de la administración Trump dirigidas a inmigrantes, trabajadores y derechos civiles.

Sacar a la gente a la calle bajo el calor de tres dígitos de Tucson no es tarea fácil, pero el aumento de las temperaturas no detiene una creciente marea de manifestantes que protestan contra los ataques de la administración Trump a los inmigrantes, trabajadores, derechos civiles y principios democráticos fundamentales.
Miles de tucsonenses participaron en protestas el martes, miércoles, viernes y sábado pasados, con asistentes que incluían jubilados, niños, adolescentes, padres, inmigrantes, veteranos, trabajadores sindicalizados e incluso perros.
“La gente tiene razón en preocuparse por la erosión de las normas democráticas,” dijo Paul Schuler, director asociado de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad de Arizona. “Lo que hacen estas protestas es ayudar a mostrarle a la gente que hay otras personas que sienten lo mismo. Pueden animar a la gente a no ceder ante el régimen ni obedecerlo de antemano.”
En los primeros 100 días de su presidencia, Donald Trump firmó 143 órdenes ejecutivas, entre ellas la declaración de emergencia nacional en la frontera sur, el fin de la aplicación CBP One, la aceleración de los procesos de deportación, la alteración de la definición de ciudadanía por derecho de nacimiento y más.
Trump también implementó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés), que recortó los programas federales, despidió a empleados federales en todo el país y desmanteló programas federales, especialmente aquellos relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión.
Las protestas de Tucson se unieron a miles de otras en todo el país, uniendo las voces locales en un poderoso movimiento nacional contra las políticas de la administración Trump. Aunque la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, algunas terminaron con arrestos y el uso de la fuerza por parte de las autoridades.

En Austin, Texas, 13 personas fueron arrestadas el lunes 9 de junio durante una marcha mayormente pacífica en el centro de la ciudad en protesta por el aumento de las detenciones de inmigrantes a nivel nacional — un evento que con el que se topó una reportera del Foco de Tucson al pasar por la ciudad.
La manifestación se dispersó después de que las autoridades lanzaran gases lacrimógenos contra un sector de la multitud que se negó a dispersarse.
"Este asunto es mucho más grande que nosotros como individuos. Se trata de nosotros y de nuestros derechos, y de no ser vistos como personas solo por nuestro origen,” dijo un manifestante que pidió permanecer en el anonimato. “De dónde eres, lo que dicen tus papeles, eso no importa al final del día. La gente es gente.”
Una protesta contra el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos) en Tucson el miércoles 11 de junio terminó con tres arrestos y guardias de seguridad usando gas pimienta para dispersar a la multitud.
El Foco de Tucson salió a las calles para preguntar a los miembros de la comunidad qué los motivó a protestar durante las manifestaciones realizadas a lo largo de la semana.
Voces comunitarias en acción
Cientos de manifestantes pacíficos llenaron el Puente Peatonal Garcés y el Parque Veinte de Agosto en el corazón del centro de Tucson el martes 10 de junio, alineándose en las aceras con carteles mientras los autos pasaban, muchos tocando la bocina en solidaridad. Familias se sentaron en el césped, escuchando música y ondeando banderas estadounidenses y mexicanas.
La asistente Guadalupe Guerrero, apodada "Mamá Guerrera" por años de activismo comunitario, cargaba una bandera mexicana en su hombro en un silencioso desafío. Su hijo, ciudadano estadounidense, recibió tres disparos en la espalda por parte de ICE hace más de 10 años.
“Era mi hijo, mi niño pequeño,” dijo Guerrero. “Él era—él es—mi pilar, porque nunca será olvidado. Ojalá él pudiera verme todavía luchando por sus derechos.”
En 2011, su hijo Carlos LaMadrid, que entonces tenía 19 años, huía de agentes federales que lo sospechaban de transportar marihuana. Mientras subía una escalera por la valla fronteriza entre EE.UU. y México, desarmado y de espaldas a los oficiales, fue baleado. Él fue llevado a un hospital en Douglas, pero luego murió.
Aunque un juez declaró justificado el tiroteo varios años después, Guerrero nunca ha dejado de creer que la muerte de su hijo fue injusta.
Su activismo está moldeado por su perspectiva binacional, ya que creció en Agua Prieta, un pueblo fronterizo vecino a Douglas.
“Mis amigos mexicanos, estamos en la lucha porque queremos justicia,” dijo Guerrero. “No solo queremos justicia, queremos algo que sea constitucional. El gobierno que tenemos nos está fallando.”
A pocos metros de Guerrero estaban Matthew, de 16 años, y Chris, de 17, usando sus patinetas como pancartas improvisadas. Gritaban a los autos que pasaban y levantaban sus patinetas por encima de sus cabezas.
“Están separando familias y eso no está bien. No está bien,” dijo Matthew.
Ambos adolescentes dijeron que sentían que era importante que se presentaran.
“Creo que deberíamos preocuparnos mucho más por la gente,” dijo Chris. “La gente intenta hacerse la interesante (“cool’) actuando como si no les importara. Crees que es genial, pero la gente muere. No tenemos que quedarnos de brazos cruzados y simplemente ver cómo sucede esto. Tienes voz, alza la voz y úsala.”
Schuler, de la UA, dijo que las protestas siguen siendo un medio vital para prevenir el surgimiento de una dictadura.
“Si no les prestas atención cuando ocurren, es posible que las cosas empeoren,” él dijo.
Tensiones en protesta frente a oficina de ICE
El lema “Melt ICE” es un juego de palabras en inglés que significa literalmente “Derretir el Hielo”, pero en realidad hace referencia a desmantelar la agencia migratoria ICE . Así, combina una imagen visual con una crítica política contra las políticas migratorias represivas.
Una protesta con este lema se realizó frente a la oficina de ICE en la zona sur de Tucson el miércoles 12 de junio. Comenzó pacíficamente, pero terminó con tres arrestos y vandalismo. Manifestantes y cinco guardias de seguridad se enfrentaron fuera del edificio, con protestantes lanzando globos de agua llenos de pintura y los guardias de seguridad respondiendo con gas pimienta.
Los manifestantes empujaron a los guardias de seguridad y se retiraron cuando estos descargaron una pistola de balas de goma desde un vehículo, pero no sin antes pintar con aerosol y lanzar piedras contra las ventanas del edificio de ICE y vandalizar un negocio cercano.
Los dueños de negocios cercanos informaron que los empleados de la oficina de ICE fueron enviados a casa al mediodía debido a la protesta.
Tras retirarse, los manifestantes se encontraron con unos 30 oficiales de policía. El enfrentamiento duró casi una hora antes de que la multitud se trasladara a la esquina de las calles Valencia y Country Club, donde patrullas bloquearon el tráfico de norte a sur mientras casi 200 manifestantes ocupaban las vías.
Una mujer conocida como Chaparra asistió a la protesta con sus cuatro hijos, de 15, 10, 8 y 1 año. El grupo también llevaba un cachorro.
Chaparra dijo que les había dicho que se quedaran en casa, pero se negaron.
"Nosotros somos originalmente de aquí,” ella dijo encogiéndose de hombros. "No sé por qué (los racistas) están aquí. Si no quieren ver a mexicanos, que se vayan a otro lugar, como donde vivieron sus ancestros.”
La familia se situó en la esquina noreste de la intersección, coreando consignas y agitando un cartel de protesta contra ICE. Para Chaparra, protestar es una forma de enseñar a sus hijos a no tolerar el abuso y a alzar la voz cuando lo vean, para que comprendan el poder de sus voces. Ella cree que la administración Trump está intimidando a la comunidad mexicana.
“¿Por qué tanto odio contra los mexicanos?” ella preguntó.
Después del atardecer, la policía formó una fila y empujó a los manifestantes fuera de la intersección. Entre los tres arrestados se encontraban un hombre que fue empujado al suelo por varios oficiales, una mujer que permaneció sentada a pesar de las órdenes policiales de retirarse y un hombre que se interpuso en el tráfico detenido al salir de la protesta, según varios espectadores.
“Solo (estaba) hablando de más, lo cual no es ilegal,” dijo Elizabeth Romero, una manifestante que presenció el arresto de la mujer. “Es nuestro derecho constitucional.”
Continúan las protestas mientras suben las temperaturas
Una protesta pacífica frente al Tucson Federal Building (Edificio Federal de Tucson) el viernes 13 de junio atrajo a casi 100 personas, incluyendo a Margaret Soland, quien gritaba enérgicamente mientras los autos tocaban la bocina en señal de apoyo.
Soland es trabajadora sindical de IATS Local 415, que representa a los trabajadores de producción de eventos en la industria del entretenimiento, y recordó cómo la presidencia de Trump impactó su sector durante su primer mandato.
“Fuimos los primeros en quedarnos sin trabajo y los últimos en volver a trabajar,” ella dijo. "¿Está yendo contra los sindicatos y tratando de deshacerse de los acuerdos de negociación colectiva? Simplemente no.”
En mayo, el gobierno de Trump puso fin a la negociación colectiva de aproximadamente un millón de empleados federales, quienes perdieron el derecho a reunirse, defender sus derechos y negociar mejores salarios y condiciones laborales.
Soland también criticó al gobierno de Trump por sus ataques a la comunidad inmigrante y transgénero.
“Si votaste por él, entonces votaste por su ideología racista y sexista; eso era lo que querías en el poder y eso es lo que obtuviste,” dijo. “Y ahora está afectando… incluso a quienes votaron por él de forma negativa. Es triste.”
La semana de manifestaciones culminó el sábado 14 de junio con una protesta nacional “no Kings” ("Sin Reyes") que atrajo a miles de personas de Tucson, Oro Valley, Vail y otras comunidades vecinas. Se registraron más de 2,000 protestas en todo el país como parte del movimiento.
Las manifestaciones coincidieron con el desfile militar de Trump —el primero en décadas—, celebrado para conmemorar el 250.º aniversario del ejército. El desfile, ya sea por coincidencia o por diseño, ocurrió el día del cumpleaños de Trump.
“Estoy defendiendo la democracia porque la administración Trump y los republicanos cómplices no están siguiendo el estado de derecho, no están respetando la Constitución, y parece que siempre quieren hacer lo que quieren,” dijo el manifestante Dale DeNuzio, de 67 años. “No respetan la separación de poderes, y creo que es muy importante que la gente entienda que somos personas que amamos la democracia, y si están tratando mal a algunas personas, eso demuestra que no respetan la democracia.”
La temperatura máxima del sábado alcanzó los 108 grados, pero aun así, miles de personas asistieron a los eventos de Tucson, que incluyeron un evento temprano en la mañana en el Reid Park seguido de una marcha motorizada más tarde ese mismo día.
“El calor no se siente tan fuerte. Se siente peor no hacer nada en casa y no responder a las injusticias que están ocurriendo,” dijo la manifestante Patty Varela. “Es mejor estar aquí, …si llueve, si nieva, si hace frío, si hace calor. Es mejor estar aquí y hacer algo al respecto.”
Susan Barnett, Sarah Arellano y Katherine Martinez contribuyeron a esta historia.
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