Voluntarios del Sur de Tucson realizan ayuno para visibilizar la crisis de Gaza

Cuatro voluntarios del Sur de Tucson, entre ellos líderes de la ciudad, realizan un ayuno de 40 días, abasteciéndose solo de agua, para protestar contra la financiación estadounidense de armas y llamar la atención sobre la crisis humanitaria en Gaza.

Voluntarios del Sur de Tucson realizan ayuno para visibilizar la crisis de Gaza
Pablo Robles, Roxanna Valenzuela, Brian Flagg, el reverendo Bart Smith y Glenda Ávalos rezan juntos antes del ayuno de 40 días del grupo. Foto de Topacio "Topaz" Servellon.

Cuatro voluntarios del Comedor Popular Casa María, incluyendo tres miembros de su equipo ejecutivo, han iniciado un ayuno de 40 días, solo con agua, para protestar contra la financiación estadounidense de armas y denunciar la crisis humanitaria en Gaza, donde más de dos millones de palestinos se enfrentan al desplazamiento y la hambruna en medio del conflicto con Israel.

Entre los participantes del ayuno se encuentran la alcaldesa de South Tucson, Roxanna Valenzuela; los concejales de South Tucson, Brian Flagg y Pablo Robles; y la veterana trabajadora comunitaria Glenda Ávalos.

“Más de 64,000 palestinos han muerto en los últimos dos años, y muchos de ellos han muerto con bombas financiadas por contribuyentes estadounidenses y fabricadas aquí mismo en Tucson por Raytheon,” escribieron los organizadores en una carta de intención publicada en la página de Instagram de Casa María

El grupo solicita a los senadores estadounidenses Rubén Gallego y Mark Kelly que se comprometan a votar a favor del Proyecto de Ley de Embargo de Armas a Israel, impulsado por el senador Bernie Sanders.

Gallegó y Kelly firmaron recientemente una carta solicitando al Secretario de Estado Mark Rubio que reanude las visas médicas y humanitarias para civiles en Gaza. También han instado a la administración actual a exigir que Israel permita la entrada de una oleada de fórmula infantil a Gaza.

Ni Kelly ni Gallego respondieron a la solicitud de comentarios de Tucson Spotlight sobre el proyecto de ley.

Valenzuela fue la primera persona en participar en el ayuno, que comenzó el 1 de octubre.

"Ningún problema me ha puesto tan de rodillas como este," dijo Valenzuela. "Veo a mis hijos sufrir en esas imágenes, y me rompe el corazón que seamos nosotros aquí en Tucson quienes estemos fabricando estas armas. No queremos que nos manchen las manos de sangre."
El grupo planea realizar vigilias en el centro durante las horas pico de la mañana y la tarde entre semana durante los primeros 20 días del ayuno. Foto de Topacio "Topaz" Servellon.

El año pasado, la ciudad del Sur Tucson fue la primera de Arizona en pedir un alto al fuego en Gaza, seguida poco después por Nogales. El ayuntamiento de Tucson votó en contra de avanzar con una resolución de alto al fuego.

“Creo que nuestra fe nos impulsa a hablar, y queremos llamar a todos aquellos a quienes se les ha otorgado la responsabilidad de representarnos a que hablen,” dijo Valenzuela. “Muchos funcionarios electos guardaron silencio. Necesitamos exigir a quienes les hemos confiado la representación que no sean cómplices, especialmente a los funcionarios electos.”

Los participantes ayunarán en turnos de 10 días cada uno, turnándose para completar un total de 40 días de ayuno.

Casa María organizó un servicio de oración comunitario frente a la Catedral de San Agustín la noche anterior al inicio del ayuno, al que se invitó a miembros de la comunidad y líderes religiosos locales.

“No puedo considerarme una persona de fe y seguir siendo cómplice de algo que va en contra de todo mi ser,” declaró a Avalos, quien ha servido en el sur de Tucson durante más de 15 años a través del ministerio.

Avalos comentó que su experiencia al presenciar la inseguridad alimentaria en Tucson la ha inspirado a actuar más allá de su comunidad local.

“Es una convicción más profunda defender a quienes no pueden,” dijo. “Una convicción más profunda para abogar por quienes sí pueden alzar la voz de las comunidades que sufren y están oprimidas en todo el mundo y en Gaza.”
Glenda Ávalos reza con miembros de la comunidad en una vigilia del 30 de septiembre en la Catedral de San Agustín. Foto de Topacio "Topaz" Servellon.

Al igual que Ávalos, Robles dijo que su compromiso con la justicia social lo impulsó a participar en el ayuno. Tiene experiencia previa trabajando con organizaciones que brindan servicios sociales y siempre se ha sentido atraído por esta labor.

“Sería irresponsable de mi parte no ayunar y promocionarme como trabajador social. Es una necesidad interna de sentir que estoy haciendo algo,” dijo. “La cruda realidad de lo que realmente está sucediendo en nuestro nombre, con nuestro dinero, con nuestros impuestos, me revuelve el estómago.”

Mientras el grupo se preparaba para el ayuno, Ávalos explicó qué motivó su compromiso.

“Entendemos que habrá una lucha interna, pero aun así, no se compara con la lucha, el dolor, la agonía; no se compara con nuestros hermanos y hermanas en Gaza,” dijo Ávalos. 

El grupo planea realizar vigilias en la intersección de Stone y Pennington durante las horas pico de la mañana y la tarde entre semana durante los primeros 20 días del ayuno, después de lo cual se trasladarán a las afueras de Raytheon.

Flagg, quien ha estado involucrado en Casa María desde 1983, dirigió el servicio y enfatizó que la labor del comedor social se extiende más allá de la caridad, a la justicia.

“Todos los días en Casa María servimos 400 almuerzos. Servimos 80 bolsas de comida familiares, y la vida continúa, pero la vida no puede continuar como siempre,” dijo Flagg al grupo. “Con Gaza siendo el tema moral del día, ¿cómo podemos quedarnos aquí parados y observar? Está mal, es inmoral y es un pecado que clama al cielo, y las personas de fe deben responder a la llamada, y de la manera que nos inspire a responder a las cosas.”

Miembros de la comunidad religiosa también hablaron en el evento. El reverendo Bart Smith, pastor interino de la Iglesia Presbiteriana Immanuel, reflexionó sobre el simbolismo de la cruz cristiana:

"Esa cifra de muertos... 65.000. Son muchas cruces clavadas con madera y clavos desde Tucson, Arizona," dijo. "La pregunta es: ¿hacemos de la cruz un símbolo de eso o un símbolo de esperanza y amor radical?"
Mohyeddin Abdulaziz es un palestino-estadounidense y cofundador de la Alianza de Solidaridad con Palestina de Arizona. Foto de Topacio "Topaz" Servellon.

El reverendo Seth Wispelwey, ministro de justicia económica de la Iglesia Unida de Cristo, declaró al grupo que esta no es su primera experiencia protestando contra grandes instituciones asociadas con el conflicto.

“Hace casi dos años, se escuchó al director ejecutivo de Raytheon alardear en una conferencia telefónica sobre las consecuencias que esto tendría para sus resultados. Un mes después, tres docenas de nosotros, incluyéndome a mí, fuimos arrestados por cantar, rezar y mantener un espacio en la entrada de la sede de Raytheon en el Parque Tecnológico de la Universidad de Arizona,” declaró Wispelwey. “La Universidad de Arizona es una universidad pública. Nosotros pagamos por ella, igual que pagamos por las armas, y todos los días durante dos años.”

También se invitó a activistas comunitarios a participar. Felice y Jack Cohen-Joppa son fundadores de The Nuclear Resister, un grupo no violento que aboga por la paz y la eliminación de las armas nucleares.

Ambos afirmaron que su grupo no tiene problemas con quienes trabajan en Raytheon.

“Nos oponemos al militarismo que explota esta necesidad, afirmando que desarrolla nuestra propia comunidad a expensas de otras en todo el mundo,” declaró Jack Cohen-Joppa. “Se trata de comercio, no de defensa. Se trata de ganancias, no de seguridad. ¿Es así como honramos a nuestros veteranos, educamos a nuestros hijos, cuidamos a nuestros vecinos, elevamos la cultura local? ¿Y hasta cuándo podremos seguir desarrollando nuestra comunidad a un costo tan alto para otros en todo el mundo?”

Mohyeddin Abdulaziz es un árabe palestino-estadounidense que emigró a Estados Unidos en 1978 y posteriormente cofundó la Alianza de Solidaridad con Palestina de Arizona. En 1967, los residentes de su pueblo natal, Imwas, fueron expulsados ​​por a la fuerza para dar paso a lo que hoy es el Parque Canadá de Israel.

“El pueblo palestino ha sufrido diversas campañas de violencia, destrucción y desplazamiento. Durante miles de años, el pueblo palestino se ha negado a desaparecer,” afirmó. “Por el pueblo palestino, por mi pueblo, nunca me siento más orgulloso que ahora de decir que soy palestino.”

Topacio “Topaz” Servellon es un periodiste independiente quien vive en Tucson. Para contactarle, escriba a topacioserve@gmail.com.

Esta nota fue traducida por Diana Ramos Sacaria, exalumna de la Universidad de Arizona y reportera de El Foco de Tucson. Contáctala en dianacrsacaria@gmail.com.   

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