Tucsonenses se manifiestan el Primero de Mayo por los derechos de inmigrantes y protecciones constitucionales
Más de 1,000 tucsonenses se reunieron el Primero de Mayo para exigir derechos para inmigrantes, protecciones laborales y justicia constitucional.

El jueves, 1 de mayo, los tucsonenses marcharon por las calles de Sur Tucson en conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, exigiendo derechos laborales, justicia para inmigrantes y protección constitucional.
El Día Internacional de los Trabajadores, también conocido como “May Day” en inglés, es un evento mundial que conmemora el aniversario de la Revuelta de Haymarket en 1886. El 4 de mayo de ese año, sindicatos y trabajadores realizaron una campaña frente a McCormick Harvesting Machine Co. en Chicago, exigiendo una jornada laboral de ocho horas.
La manifestación se tornó violenta después de que alguien lanzara una bomba contra la policía, lo que provocó que los agentes abrieran fuego. Ocho personas murieron.
Tras el incidente, activistas laborales —la mayoría inmigrantes— fueron arrestados, condenados y en algunos casos, ejecutados por cargos de conspiración e incitación a la violencia bajo procesos judiciales cuestionables. En respuesta, el caso Haymarket inspiró movimientos laborales masivos para mejorar las condiciones laborales, especialmente en Europa. Luego, los sindicatos homenajearon a los trabajadores el 1 de mayo de cada año.
En Tucson, el evento se llevó a cabo en la Iglesia Presbiteriana del Sur, comenzando con una conferencia de prensa donde los organizadores destacaron el lema: “Derechos de Inmigrantes y Trabajadores — Una Lucha, Una Batalla”.
Isabel García, copresidenta de la Coalición de Derechos Humanos, abogó por justicia económica mediante la redistribución de fondos del militarismo hacia las necesidades de trabajadores y comunidades, además de exigir protecciones laborales más fuertes y un salario digno.
Derechos Humanos es una organización de base que promueve la justicia para los derechos civiles de los inmigrantes.
Steve Valencia, copresidente de Arizona Jobs With Justice Coalition (Coalición de Empleos con Justicia en Arizona), destacó los recientes intentos para recortar empleos en el Seguro Social, Medicare, National Labor Relations Board (Junta Nacional de Relaciones Laborales) y Occupational Safety and Health Administration (conocido comúnmente por sus siglas en inglés como “OSHA” y traducido al español como Administración de Seguridad y Salud Ocupacional).
Valencia dijo que estas medidas han afectado al movimiento laboral actual y pidió solidaridad con el movimiento sindical y la fuerza laboral inmigrante.
“El origen del Primero de Mayo tiene una historia de lucha contra la explotación laboral. Hoy luchamos contra la profunda explotación del trabajo inmigrante y el desmantelamiento de estructuras y programas creados por el movimiento obrero y de derechos civiles en este país,” dijo Valencia.
García también exigió justicia para inmigrantes y refugiados, abogando por una amnistía, legalización y apoyo a estudiantes y familias inmigrantes. Destacó el problema sistémico de las recientes detenciones sin el debido proceso, como en los casos de Kilmar Abrego García y Mahmoud Khalil.
“Estamos retrocediendo,” dijo García. “Fuimos campeones (de los derechos de los refugiados), y ahora somos los principales violadores. ¿Cómo nos atrevemos a violar los derechos constitucionales más fundamentales?”
Urgió a los asistentes a impulsar la protección de otras comunidades marginadas y a detener el desmantelamiento del Departamento de Educación.
Taylor Lee, representante del Southside Worker Center (Centro de Trabajadores del Sur), habló en nombre de los trabajadores, citando su miedo a hablar abiertamente.
El centro trabaja con jornaleros migrantes para que accedan a empleos técnicos y calificados, mientras les educa sobre sus derechos laborales.
“Durante los últimos dos años, he visto a estos hombres y mujeres trabajadores sufrir incontables dificultades, dificultades que se agravan al no tener la documentación adecuada,” dijo Lee.
Compartió historias sobre los trabajadores del centro, incluyendo uno que estaba siendo extorsionado por el crimen organizado. Su hermana había sido secuestrada y se encontraba retenida a cambio de un dinero de rescate.
“Han pasado dos meses, y ella sigue cautiva, y él aún no sabe cómo ayudarla,” dijo Lee.
Otro trabajador estaba en una obra de construcción de carreteras cuando una aplanadora le arrancó la pierna. Lee dijo que su supervisor lo dejó en el suelo, bajo el calor, durante cuatro horas, esperando hasta su “break” (descanso laboral) para llevarlo al hospital.
Lee relató que el trabajador fue dejado en la entrada de la sala de emergencias, sin poder ingresar por sí mismo.
“He visto los engaños que sufren nuestros trabajadores cuando trabajan 14 horas al día sin pago de horas extras, solo para que al final de la semana laboral el jefe les diga que no tiene dinero y que no puede pagarles,” dijo. “Cuando exigen el dinero que les corresponde, los amenazan con llamar a las autoridades de inmigración.”
Lee hizo un llamado para mejoras en la seguridad, los salarios y las protecciones laborales.
“Sobre todo, protecciones para trabajadores migrantes que tienen demasiado miedo para contar sus historias y los abusos que sufren cada día por desesperación, falta de otras opciones y miedo a la falta de pago y a la deportación,” ella dijo.
Jim Byrne, presidente de Tucson Education Association (Asociación de Educación de Tucson), dijo que el sindicato está familiarizado con las luchas legislativas.
En 2010, la exgobernadora de Arizona, Jan Brewer, firmó una ley que prohibía el currículo de Estudios México-Americanos en las escuelas públicas, a pesar de que se demostró que ese mismo plan de estudios beneficiaba a los estudiantes al aumentar las tasas de graduación y el interés en la universidad.
“Esos son nuestros estudiantes. Cuando (el gobierno) amenaza los fondos del Título I, los derechos civiles y las protecciones antidiscriminatorias que protegen a nuestros estudiantes de estatus mixto o LGBTQ+, decimos: ‘¡Claro que no!,’” dijo Byrne.
Una de las principales preocupaciones entre los manifestantes fue la falta de debido proceso que enfrentan los inmigrantes durante las grandes redadas de detenciones y deportaciones. Muchos pidieron permanecer en el anonimato.
“Me importan la Constitución y el debido proceso. Creo que debemos defender a la gente ahora, o no quedará nadie a quien defender,” dijo un manifestante.“Hay un ataque contra los marginados, y tiene que parar si todos queremos ser libres.”
Otro manifestante dijo que era hora de detener lo que denominó "secuestros ilegales de inmigrantes y personas inocentes sin el debido proceso".
Los recientes comentarios del presidente Donald Trump sobre la posibilidad de pasar por alto la Constitución para dirigir el país durante otro mandato también fueron una preocupación citada por los manifestantes, junto con lo que dijeron que era su desprecio por otros derechos constitucionales.
“Me opongo profundamente a que Trump se apodere de nuestra Constitución y destruya nuestra democracia con tanto entusiasmo,” dijo un manifestante. “Creo que es muy importante defender el periodismo, la educación, la atención médica, el medio ambiente, el aire limpio, el agua limpia y una tierra que podamos respetar.”
Muchos asistentes dijeron que encontraron consuelo estando juntos.
"Creo que es importante encontrar a quienes ayudan en la comunidad, y es muy alentador ver a todos los que vinieron,” dijo uno.
Líderes locales y candidatos políticos también aprovecharon la oportunidad para interactuar con la comunidad. La alcaldesa de Tucson, Regina Romero, dijo que lleva más de 25 años participando en las marchas del Primero de Mayo.
Este año, sus comentarios se centraron en el despido de trabajadores federales por parte de la actual administración, el desmantelamiento del Departamento de Salud y la pausa en los proyectos de Asuntos de Veteranos previamente aprobados por el Congreso.
“Es horrible,” dijo Romero. “Sentí, ahora más que nunca, que quería estar aquí con mi comunidad y asegurarme de tomar una postura.Quería asegurarme de presentarme y estar hombro con hombro con mi comunidad para luchar contra las injusticias que están sucediendo con esta administración. Tenemos que hacer algo.”
Deja Foxx, activista de 25 años por los derechos reproductivos y candidata al Distrito 7 del Congreso de Arizona, dijo que lo más importante que pueden hacer los miembros de la comunidad ahora mismo es unirse y demostrar su poder colectivo.
“Crecí en viviendas de la Sección 8 (asistencia pública), con beneficios de SNAP y Medicaid. Esas son todas las cosas que Donald Trump tiene en la mira ahora mismo. Cosas de las que dependen familias trabajadoras como la nuestra,” dijo Foxx. “Para mí, eso es personal. Creo que las personas como nosotros, dispuestas a salir a la calle, merecen gente que sea igual de luchadora cuando lleguen a Washington D. C.”
Daniel Hernández, otro candidato por el Distrito 7, pasó el evento haciendo campaña puerta a puerta junto a las filas de protesta.
"Durante muchos años, he trabajado en el activismo para impulsar políticas importantes para el sur de Arizona,” dijo Hernández. "Es realmente importante que estemos aquí el Primero de Mayo para honrar y asegurarnos de que defendemos a los trabajadores y a los inmigrantes. “Muchos de nuestros trabajadores que realizan algunos de los trabajos más difíciles son personas inmigrantes.”
Topacio “Topaz” Servellon es une periodista independiente de Tucson. Contáctale en topacioserve@gmail.com.
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