Negociaciones sobre río Colorado se intensifican ante fecha límite de 2026
A medida que se acercan las fechas de vencimiento de acuerdos clave, estados, tribus y socios internacionales están renegociando el futuro del río Colorado ante la creciente presión del cambio climático y el uso excesivo.

A medida que se acerca 2026, el futuro del río Colorado vuelve a estar en la mesa de negociaciones, lo que obliga a estados, tribus y socios internacionales a enfrentar un acuerdo centenario bajo la presión del cambio climático, el uso excesivo y las demandas contrapuestas.
El río Colorado es un recurso vital para decenas de millones de personas en todo el suroeste. El próximo año marcará el vencimiento de varios acuerdos vigentes sobre su uso, que han sido cruciales para la gestión del suministro de agua del río.
El río Colorado "corre unas 1,500 millas desde las Montañas Rocosas, a través del Golfo de California, hasta el Mar de Cortés, y abastece de agua a entre 25 y 40 millones de personas, 30 tribus reconocidas, y es importante para la energía hidroeléctrica y las tierras de cultivo,” dijo Andrea Gerlak, directora del Udall Center for Public Policy, durante la conferencia 2025 del Water Resources Research Center (Centro de Investigación de Recursos Hídricos) de la Universidad de Arizona el mes pasado.
En 1922, siete estados —Arizona, California, Colorado, Nuevo México, Nevada, Utah y Wyoming— crearon un pacto que dividió el suministro de agua del río Colorado en dos divisiones distintas: la cuenca alta, compuesta por Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming, y la cuenca baja, que incluye Arizona, California y Nevada.
Gerlak dijo que el pacto asignó alrededor de 14.5 millones de acres-pies entre los siete estados y, posteriormente, 1.5 millones de acres-pies a México.
“Un acre-pie equivale al tamaño de un campo de fútbol americano con una profundidad de un pie,” ella dijo. “Un acre-pie de agua es suficiente para suministrar aproximadamente a dos o tres hogares estadounidenses al año.”

Cuando la cuenca del río Colorado comenzó a presentar signos de escasez, los siete estados establecieron Interim Guideline (las Directrices Provisionales) de 2007 y, en 2019, incorporaron planes de contingencia para sequías. Estos acuerdos establecen recortes en la asignación de agua cuando el nivel superficial del río alcanza cierto nivel.
Los siete estados utilizan en conjunto alrededor de 16.5 millones de acres-pies de agua al año, según Gerlak. Sin embargo, el flujo promedio del río es de aproximadamente 13.2 millones de acres-pies, lo que deja un déficit de entre 2 y 3 millones de acres-pies.
“Ya está sobreasignado, y se espera que el cambio climático reduzca aún más el flujo de la cuenca,” dijo Gerlak.
Pidió a los asistentes que piensen en el uso del agua como si se le enseñara a un adolescente a manejar su cuenta bancaria.
“Necesitamos más ingresos que egresos,” dijo.
El río obtiene la mayor parte de su agua del derretimiento de la capa de nieve, pero en los últimos años ha tenido una escorrentía por debajo del promedio.
“Y se espera que el cambio climático reduzca aún más el flujo de la cuenca,” advirtió Gerlak.
Con el vencimiento de los acuerdos de 2007 y 2019 el próximo año, junto con el Tratado de Aguas de 1944 entre Estados Unidos y México, se han iniciado negociaciones entre funcionarios estatales, líderes tribales, el gobierno federal y México.

Uno de los panelistas comparó las sesiones de negociación con una terapia de pareja, donde las partes involucradas luchan por ser comprendidas.
“Nunca puede haber una consulta efectiva a menos que se entienda la historia y los antecedentes de la tribu o nación tribal con la que se quiere consultar,” dijo la jueza Amelia Flores, presidenta de Colorado River Indian Tribes (las Tribus Indígenas del Río Colorado). “Una consulta efectiva significa entender quiénes somos y cuáles son nuestros valores.”
Flores ha participado en múltiples consultas y dice que la manera para trabajar con las comunidades tribales reside en construir relaciones. Añadió que la consulta tribal es un proceso que debe ser temprano, oportuno y respetuoso.
“No vengan a nosotros con el pretexto de buscar una consulta cuando ya es demasiado tarde para hacer ajustes significativos basadas en nuestras aportaciones,” ella advirtió.
La colaboración binacional también es un factor clave para las negociaciones, según Francisco Zamora, del Sonoran Institute (Instituto Sonoran). El instituto es una organización no gubernamental que trabaja con organizaciones ambientales de México y Estados Unidos para preservar los recursos naturales.
“Contamos con tecnología, comunicadores comunitarios y especialistas en restauración,” dijo Zamora, director sénior de programas del instituto. “Más recientemente, hemos implementado una nueva estrategia para la protección de la tierra.”
Zamora dijo que hay dos pilares que ayudan al éxito de las organizaciones: un acuerdo binacional y el financiamiento.
Reconociendo los desafíos y la necesidad de estas colaboraciones, la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, dijo a los asistentes que su administración está trabajando para mejorar las colaboraciones y crear un futuro mejor y más sostenible.
“Pase lo que pase, debemos encontrar maneras de ayudar a las comunidades locales a gestionar sus suministros de agua,” ella dijo.
Arilynn Hyatt estudia periodismo en la Universidad de Arizona y es pasante del Foco de Tucson. Puedes contactarla en arilynndhyatt@arizona.edu.
El Foco de Tucson es una sala de prensa comunitaria que ofrece oportunidades remuneradas a estudiantes y periodistas emergentes del sur de Arizona. Apoya nuestro trabajo con una suscripción de pago.
